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Archive for the ‘Vuelta’ Category

El viernes de la semana pasada, 16 de diciembre, estuve en unas jornadas de voluntariado que tuvieron lugar en Madrid. Más exactamente, en el Centro de Arte de Alcobendas.

Voluntarios, exvoluntarios, organizaciones de envío y organizaciones de acogida se dieron cita en este evento que llevaba meses intentando celebrarse para conmemorar el Año Europeo del Voluntariado 2011. Como podéis imaginar, el evento tenía como protagonista al SVE (Servicio de Voluntariado Europeo).

También sirvió para tomar nota de informacion acerca del voluntariado, de cooperación internacional, sobre becas e incluso formación. Además, fue un punto de encuentro muy interactivo en donde exvoluntarios y actuales voluntarios fueron contando su experiencia. También hubo tiempo para conocer qué hay después del SVE, e incluso ver qué propuestas salen adelante. Yo presenté mi experiencia de voluntariado en Nigeria, bastante particular para el resto de participantes por el país de destino, el tipo de proyecto y el número de voluntarios participantes. También aproveché para dar a conocer la asociación que surgió tras nuestra estancia SVE, Mme Ma Fi Calabar Asociación. Una apuesta de María y Ester, dos de mis compañeras, por dar continuidad, en la medida de lo posible, a nuestro proyecto inicial. El tiempo, como siempre, fue nuestro enemigo.

Otros compañeros, exvoluntarios SVE, nos presentaron algunos de los proyectos que ya están puestos en marcha. Félix nos enseñó una manera muy original de recaudar fondos. Ayudar en bici, es posible. Su proyecto, VolunTour, tiene como objetivo recaudar fondos para destinarlos a investigar la fibrosis quística, una enfermedad genética que afecta, principalmente, a los pulmones.

Él y su compañero Giom, exvoluntario SVE también, pretenden recorrer media Europa con la bicicleta para conseguir fondos y crear conciencia de esta enfermedad. Su destino final es HaiPhong, una ciudad portuaria situada al norte de Vietnam. ¿Quieres saber por qué? Entra en su web y conoce el proyecto, seguro que puedes hacer algo para ayudarles. También buscan gente voluntaria que les eche una mano traduciendo la página web a diferentes idiomas, ¿quieres animarte? Súbete con ellos en bici, y únete a la aventura que comenzará el próximo 4 de marzo.

María también nos presentó su nueva iniciativa, Escuelita Nómada. Un punto de encuentro entre uno mismo y la naturaleza. Desde este espacio plurilingüe animan a personas de todas las edades a participar en las diferentes actividades que proponen para crear comunidad, vivir en sintonía con uno mismo y sobre todo, aprender. Aprender mucho de los profesores que están todo el año, y de aquellos que vayan invitando a lo largo del tiempo. Esta escuelita da vida a todo tipo de talleres, desde agricultura sinérgica, comunicación no violenta a automasaje taoísta o coméstica natural. Si no quieres perderte sus novedades, síguelos a través de su blog.

Para animar al personal a participar, propusieron varios concursos. Uno de vídeo, otro de fotografía y otro de microrrelatos. Aunque en la categoría Vídeo la participación fue muy escasa, en las demás, hubo propuestas muy interesantes. En un principio, sólo tenía pensado participar en una de las categorías, en la de fotografía. Pero al final me animé y presenté mis propuestas para todas.

Y el resultado fue bastante bueno, gané el 1º  Premio con el Vídeo, que llevaba por nombre «Un viaje que cambia la vida». En el fondo, este vídeo era un remake de algunos de los vídeos que ya tengo colgados en el blog, así que no tiene sentido volver a subirlo. En la categoría Fotografía me quedé en un 2º puesto con la foto «Voluntarios Tiritas», que formaba parte de una serie de 3 fotos que llevaba por nombre «Una realidad impasible». Ésta es la foto ganadora.

Os podéis imaginar lo contenta que estaba. Ojalá hubiera sido triplete, es decir, que el relato también hubiera ganado, pero tenía serios competidores y no pudo ser.

Las fotos ahora tienen camino por recorrer. En versión exposición itinerante irán pasando por algunos de los centros de voluntariado de la Comunidad de Madrid. ¡Yuju!

Y aunque el microrrelato fue el patito feo de la noche, ha luchado por hacerse un sitio en este artículo.

«Ojalá Harry Potter fuera nigeriano»

Son los más vulnerables, y los que más sufren. Acusar a un pequeño de ser niño brujo es como marcar a fuego con el símbolo nazi a un alemán. Estigmatizados, física y psicológicamente, de por vida. Los que son acusados de brujos, se les practica el exorcismo. Tragar ácido es la única solución para expulsar el supuesto mal. Prostitución, esclavitud infantil o matrimonios forzados ponen en peligro nuestro futuro, los niños.

Y entre tanto oleaje, un atisbo de luz. La mano que extiende un voluntario con la sola esperanza de extraer algo enriquecedor de ese intercambio. Ayuda que, a veces, llega en formato tirita para una úlcera que hace sufrir a inocentes. Poco son dos manos. Pero, ¿y si fueran miles las que se unen para ayudar hasta que ese dolor cese? De ahí nace un sueño: “Luchar por un mundo más igual en donde la realidad pase de impasible a inquietante, inspiradora”.

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Hace apenas 10 días os contaba que teníamos en Mollina (Málaga), nuestra evaluación final (ver artículo «Última parada: Evaluación Final del SVE«). Al evento, no pudieron asistir todos los compañeros nigerianos, aunque al final nos juntamos unos cuantos. Para ser exactos, 6. Kanu, Patri, Bo, María, Ester y yo.

Fue un fin de semana muy intenso, cargado de actividades desde por la mañana hasta por la noche. Hicimos desde presentaciones de proyectos explicando en qué consistía nuestra labor de voluntariado, hasta evaluaciones técnicas.

Incluso tuvimos la oportunidad de rellenar cuestionarios donde, a medias tintas, podíamos explicar las deficiencias de nuestro proyecto. Digo a medias tintas porque a veces esos cuestinarios, fue un poco mi caso, son demasiados cerrados. Muchas veces la respuesta a una pregunta no se da por contestada con un «Sí», «No» o «No sé». Es mucho más complejo e incluso requiere una explicación. Mi cuestionario quedó bastante guarrete… me lo pilla mi profe de Lengua de bachiller y me catea fijo. Quedó guarrete porque en la mayoría de la preguntas del cuestionario, al lado de cuadrito donde debías poner una cruz, metí -como pude- una breve explicación. Entiendo que a nivel estadístico, los organizadores necesitan saber cuántos «Sí» o cuántos «No», pero para evaluar un proyecto se necesita algo más que eso. A pesar de esos detallitos, creo que las preguntas del cuestionario recogían prácticamente todo.

Creo que la visita fue fuctrífera, sobre todo porque pudimos desahogarnos. No tanto como hubiéramos querido (por falta de tiempo), pero pedir más podría habernos hecho pecar de acaparadores. Además, tuvimos la oportunidad de conocer a la persona de enlace en Bruselas que podrá solucionarnos nuestro problema con el YouthPass, el documento que certifica nuestro voluntariado. A efectos prácticos es como una especie de currículum donde se detallan las habilidades adquiridas a lo largo del proyecto. En España, actualmente, es un documento que no es muy conocido dentro del ámbito empresarial. Sin embargo, en Europa, te puede ayudar a la hora de buscar trabajo.

Si no recuerdo mal, acudimos al evento cerca de casi 100 voluntarios más todo el personal organizador. De ahí salieron 5 grupos de trabajo en donde se intentó que coincidiera gente con proyectos muy diferentes para que la experiencia fuera mucho más enriquecedora. Como había que tocar muchos temas, y el fin de semana se hacía muy corto, el plan de actividades fue realmente comprimido.

Pero sin duda, la parte más sabrosa del fin de semana llegó el sábado por la noche, en la velada autogestionada. Antes de ese momento festivo, nos propusieron crear grupos de 6 personas para grabar un vídeo. El tema inspirador: animar a otros jóvenes a realizar el Servicio de Voluntariado Europeo. María, Patri y yo (parte nigeriana) nos juntamos con Lore, Vero y Rocío (parte boliviana).

Sólo se nos ocurrieron ideas disparatadas que dieron forma al vídeo que lleva por nombre «Una Producción NigeroBoliviana presenta: el SVE fuera de Europa». ¡No te lo pierdas! Tiene hasta «Tomas falsas». Tengo que agradecerle a Vero que lo montase y lo subiese tan rápido a Internet para poder compartirlo con vosotros.

Por cierto, vídeos curiosos e ingeniosos, hechos por los demás voluntarios, hubo un puñao, pero aún no nos los han enviado. Si los cuelgan, ya os los pasaré. No tienen desperdicio.

Por cierto, que no se me olvide. Si eres joven de entre 18 y 30 años, no tienes nada mejor que hacer, te mueve el tema del voluntariado y de paso quieres aprender algo más que idiomas, infórmate de este programa (ver qué es el SVE). Hay un montón de proyectos para trabajar con colectivos de todo tipo, y un amplio abanico de países disponibles. Eso sí, la mayoría en Europa. Si quieres irte fuera de Europa, es mucho más complicado porque aprueban muy pocos proyectos. Pero bueno, que para cualquier duda, siempre me podéis preguntar a mí.

Y si ya has sido voluntario europeo o quieres serlo, puedes entrar en la página de REVE (Red Española de exVoluntarios Europeos). Tienen un montón de información colgada, e incluso puedes asociarte.

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Nuestro SVE, o Servicio de Voluntariado Europeo, se supone que ya había acabado en la práctica, al volver de nuestro destino. Sin embargo, nos quedaba por realizar una última parte, la evaluación final.

Nigeria. Un sueño hecho realidad que empezó a tomar forma hace ya más de un año. ¡Cómo pasa el tiempo! (ver artículo, El origen de la aventura nigeriana). Antes de irme, cuando le decía a la gente «Me voy a Nigeria«, la respuesta o reacción era muy parecida. Me miraban con caras raras, e incluso asustadas. Después, seguía la pregunta pertinente: «Pero…y ¿qué se te ha perdido alli?» Pues para ser sincera, no tenía ni la más remota idea de qué se me había perdido. Si era el mechero, si era la cabeza, o qué. Sólo sabía que a pesar de ser una de las decisiones más precipitada, atrevida, e incluso loca de mi vida, tenía el presentimiento de que marcaría un cambio radical en mí. Consciente de ello, más me animé. Las ganas se fueron multiplicando a medida que se acercaba la fecha. Dejaríamos España un 14 de junio de 2010 con rumbo a Nigeria, para volver un 1 de junio de 2011. Y aunque un año era mucho tiempo, sobre todo por lo que te toca vivir y ver, yo sabía desde el minuto 1 que quería quedarme allí hasta el final.

Ahora, ya nos hemos ido, hemos vuelto e incluso nos hemos vuelto a adaptar o maladaptar a esta sociedad. La maleta occidentalizada que llevábamos cargada hasta la bola la perdimos en el viaje para encontrar un montón de verdades y realidades que necesitamos darle salida. Gritarlas al mundo. Y lo mejor de todo, ahora somos mucho más incorfomistas, críticos y activistas. Prudentes, tolerantes y cercanos. Sensibles con problemas que han quedado insensibilizados. Dolidos por realidades irracionales que tenemos que vivir día a día y que aquí son así. Hay que tragárselas. Necesitamos hacer ver a nuestra gente, que lo que nos venden en las noticias, lo que nos dejan ver, no es ni un 5% de lo que pasa en la vida real fuera de este mundo de Show de Truman en el que vivimos. Mariotenillas bombardeadas con absurdos y falsos problemas para quitarle relevancia a lo que realmente importa.

No te duermas, comprométete. Hay mucho por hacer. Cuántos más seamos, más fuerza podremos hacer. Vivir cómodamente y en un burbuja de oxígeno asistido no tiene ningún sentido si no sientes. Si no sientes como los que padecen hambre. Si no sientes como los que mueren porque no tienen acceso a medicamentos básicos. Si no sientes como los que se van a la cama con un ojo abierto y otro cerrado por miedo a morir aplastado por un bombardeo. Si no sientes como los que ven violados sus derechos humanos día tras día sin poder ni siquiera revelarse. Si no sientes… como los que sufren porque nacieron alli y no aquí.

Este fin de semana, del viernes 28  al 30 de octubre nos reuniremos en Mollina (Málaga) con un montón de voluntarios, que como nosotros, ya han acabado su voluntariado. Seremos los únicos que fueron a África. Puede que incluso, los únicos que vivimos una situación bastante peculiar con respecto a nuestro proyecto «Conoce lo Desconocido», de la ONG Mujeres Entre Mundos. Un proyecto con una base interesante, pero poco práctico. ¿17 voluntarios españoles? Colonización más que integración, ¿no crees?

Deficiencias, falta de transparencia y carencia total de apoyo por parte de nuestra organización de envío fue el pan nuestro de cada día mientras estuvimos alli. Por no hablar, de los innumerables problemas con el visado y la falta de apoyo cuando muchos cayeron enfermos. Necesitamos contarlo, que nos escuchen. Éramos los primeros en embarcarnos en un proyecto de este calibre y con destino Nigeria. Un proyecto complicado de gestionar, pero que perdió el rumbo de gestión desde el principio. Ya os contaré en qué queda todo. Mientras tanto, también estamos esperando a que nos den nuestro certificado YouthPass, un documento que acredita a nivel europeo nuestro servicio de voluntariado.

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En julio, tuve la enorme oportunidad de sumergirme en el mundo de los clowns o, como se diría en español, payasos. Sí, de esos que llevan la naricita roja. Aunque difiere bastante de la imagen que quizás tengáis en mente, e incluso la que yo tenía, del típico payaso de circo de los años 80 con un guión estudiado para hacer reír.

Fue una experiencia increíble. El maestro de la magia, nuestro profesor y prestigioso clown, Antón Valén. Uno de los pocos artistas que se ha metido de lleno en las tripas del Circo del Sol, con más de 1600 actuaciones. Humilde, soñador y un artista de lo que se le da bien, hacer reír a los demás con su sencillez y su fatal pérdida del ridículo.

El curso, que llevaba por nombre “El actor frente al clown” y que se desarrolló en la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en su sede de Baeza (Jaén), fue una toma de contacto conmigo misma. El primer día, como cualquier otro, fue bastante experimental.


¿Dónde me siento? ¿Qué hago? ¿Con quién hablo? Esta gente parece que viene muy preparada ¿Son todos actores? ¿Y yo? Una turista publicista que acaba de volver de África, ¿qué pinto aquí? Por favor, que llegue ya el momento de “romper el hielo”.

Y ahora me río de todo eso. No sé a qué venía tanta preocupación. Fue empezar a hablar Antón, y supe que ese curso marcaría un antes y un después. Conocéis esos momentos de la vida en que de repente te desinhibes muchísimo y empiezas a dejarte llevar sin miedo a nada. Sin miedo al ridículo. Pues a ese estado nos teletransportaba Antón. Nos dio tal guantazo de confianza, que cuando me quise dar cuenta, mi miedo al ridículo y todas mis preocupaciones, se habían salido fuera de clase a fumarse un piti. Nunca más supe de ellas.

Divertido hasta decir basta. Su humildad y sencillez te animan a trabajar, a buscar ese punto donde encontrar el clown que llevas dentro. A reírte de ti mismo y contigo mismo. Sin colorantes, conservantes ni aditivos de ningún tipo. Porque lo que él busca, es desnudar tu alma, incitarte a jugar y que disfrutes de ese gran placer, como si fueras un niño.


Pues bien, la clase estaba llena de niños y niñas de todas las edades. Todos con algo en común, las ganas de aprender. Os sorprendería ver el enorme potencial de la gente, ahora amigos, de clase. Ingenieros, profesores, actores, bailarines, estudiantes,…había de todo. Como podéis desprender de mi relato, me quedé prendada de Antón y de mis compañeros. Y no era para menos. Hubo una química de grupo muy especial. Y el trabajo que realizó Antón con nosotros… si se pudiera enmarcar, estaría colocado en el Louvre, justo al ladito de la risa enigmática y picaresca de la Mona Lisa.


Los 5 días de taller, de lunes a viernes, se nos quedaron cortos a todos. Y lo que ocurrió el último día en clase, digno de ocupar un lugar especial dentro de cada uno de nosotros. No os revelaré cómo, pero hubo una explosión de sentimientos abrumadora. Sin decir ni una sola palabra, las lágrimas de emoción resbalaron por nuestras mejillas sin apenas poder hacer nada para remediarlo. Y es que es tan sumamente puro e inhóspito llorar de alegría, que cuando te pasa, no puedes hacer otra cosa que disfrutar del momento.


Cierro este apartado, con una de las joyas, en formato palabra, que nos regaló Antón, “el clown no esconde sus defectos, se ríe de ellos”.


Y os preguntaréis, ¿y a qué viene eso de “Busco nombre para mi personaje”? Os cuento. La semana pasada empecé a colaborar con una ONG que opera en Madrid. Se llama El Circo de Piruleto. Una asociación que tiene como objetivo arrancarles una sonrisa a los niños hospitalizados. Tienen un plan de trabajo muy bien orquestado y organizan multitud de actividades para llevar a ese niño, que se encuentra en una situación especial, un momento de evasión. Como indica su nombre, me he metido en un circo itinerante que pasa por las habitaciones del hospital visitando a los más pequeños. Y claro, necesito encontrar mi personaje para poder encajar.

Ahí es donde entráis vosotros. Quiero que me sugiráis nombres, vestuario, recursos que podría utilizar, e incluso complementos. Algunos ya se han puesto el mono de trabajo y me están ayudando con tal difícil elección. Atchis-a (la que siempre anda resfriada), PayaIsita, Tazirupeka (Caperucita al revés), Iza Payazita, Pija-Mito, Isabela del mar del sur (que disfruta de su vida al revés al más puro estilo disparatado), Isabona o Iza (que es el nombre que tiene más adeptos), rondan entre las posibilidades.

Os agradezco a todos que os impliquéis con la ristra de disparatadas ideas que propongo en algunas ocasiones. Seguro que sea quien llegue a ser, tendré un poquito de la esencia que desprendéis cada uno de vosotros. Y eso me entusiasma porque es como si les llevara a los niños una chispitica de vosotros.

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Voy a ser escueta y precisa. Ahora, el tiempo que teníais pensado invertir en leer mi siguiente artículo, lo debéis invertir en ver el nuevo blog de la Asociación Mme Ma Fi Calabar. He tenido un poquito descuidado Rumbo a Nigeria, pero era por una buena causa, ¿verdad? Ya está listo el blog de la asociacion. ¿A qué esperas para verlo? Y como siempre, cualquier sugerencia será bienvenida.

Blog de Mme Ma Fi Calabar (haz clic aquí para acceder al blog).

¿Crees que le falta algo? ¿Tienes alguna idea? ¿Ves alguna errata? ¿Quieres comentar algún tema? Anímate.

Sed pacientes, ahora me toca repartir el tiempo para tener actualizados los dos blogs. Pero prometo seguir dando muchas alegrías a través de Rumbo a Nigeria.

Y recuerda, a partir de ahora, también podrás conocer todas las novedades de la asociación a través de Rumbo a Nigeria. Encontrarás un enlace directo a su blog en el apartado «BlogRoll» que está situado en la parte derecha de esta página.

Un abrazo a todos, y disfrutad de la lectura.

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A 4 días de abandonar el mes más caluroso de nuestro verano español, me gustaría pasar revista y ver qué pasó hace justo un año. Agosto fue un mes cargado de grandes momentos. ¿Quieres verlos?

Apenas llevábamos un mes y medio en Calabar, y aún éramos prudentes en nuestras salidas por la ciudad. Sin duda, ésta fue una de las primeras excursiones en grupo por la ciudad. Íbamos en busca del “parque de las manos”. Y mira, lo encontramos.

Después de la caminata, decidimos echarnos debajo de un árbol hasta que el sol, la sed y una panda de insectos molestos nos obligó a cambiar de rumbo.


Suelo tener una memoria bastante perezosa y olvidadiza, pero ese día lo recuerdo con mucho cariño.


También por esa fecha, fue el descubrimiento de los rastas de Calabar, ¿os acordáis? Con esa cabañita de madera tan acogedora y tan cerquita de casa.

Ahora, que a la cuarta vez que fuimos y cantaron “No woman no cry”, decidimos no llorarles más a ellos e ir en busca de nuevas aventuras.

Y nunca más supieron de nosotros. Esfumada a la francesa, que para ellos la expresión termina más bien con eso de “a la española”.


Fue también en agosto cuando las niñas del centro de adolescentes embarazadas en el que trabajábamos, dieron a luz. La verdad es que la visita a ese hospital, fue una experiencia bastante traumática para mí. Y creo que lo dejé bastante claro en el artículo “Hospital de guerra”. No sé porqué pero aún hoy cuando la gente me pregunta qué me impactó de Nigeria, a parte de las condiciones en las que viven muchos niños, ésta es una de las primeras imágenes que se me vienen a la cabeza.


Fue también en agosto cuando acudimos al Leboku Yam Festival, en Ugep. Hice una pequeña referencia a este festival al repasar esos primeros 6 meses en Nigeria (artículo “En el ecuador, 6 meses de imágenes (2º Parte)”).

Una fiesta en la que piden a los dioses que las cosechas de ñame sean prósperas. El ñame, como os he contado otras veces, es un alimento básico en la alimentación nigeriana. El yam (en inglés), o ñame, es tan importante para ellos como para nosotros el aceite de oliva.

Un festival en donde disfrutamos de la danza al ritmo de la música africana, de luchas en césped entre hombres y mujeres, y por supuesto, del enorme colorido que desprendía aquel ambiente. Lugar en donde, nosotros, los blancos, dábamos el cante no sólo por el color de nuestra piel, sino también por nuestro atuendo.

Y bien, nuestra visita a Ugep culminó con la compra de un cerdo, que si no recuerdo mal nos costó unas 10 o 12.000 nairas (unos 50 ó 60 euros).

Comimos cerdo felizmente hasta que un día, mientras devorábamos sin aliento la pata de cerdo al horno que preparó el grupo de cocina de Foski, alguien se aventuró a comentar la enfermedad que transmiten los cerdos y que puede resultar mortal, la triquinosis. Algunos hicieron oídos sordos. Otros, como yo, decidimos parar de comer y reflexionar. Y la conclusión fue clara: “Llevamos ya una semana comiendo cerdo. Si hemos pillado esa enfermedad, que no sé ni qué es, ya es un poco tarde, poco se puede hacer. Pues nada, a hartarme de comer cerdo, a rebañar las esquinas y a chuparme los dedos que no sé cuándo volveré a probar tan rico manjar”.

Y así fue, el cerdo no lo volvimos a catar en casi todo el año y de la triquinosis nada se supo. Eso sí, el cerdo nos dejó otra anécdota curiosa que estuvo latente en casa durante todo el año: la desaparición de uno de los solomillos. Aunque desgraciadamente, el solomillo no fue lo único que desapareció en nuestra humilde morada (ver artículo, “Hay una rata entre nosotros”).


También se produjeron grandes acontecimientos en el orfanato. Nos pusimos el mono de trabajo y… ¡a limpiar el patio!

Cristales, papeles, cuchillas, cartones, hierros, clavos, palos, desechos,… y un largo etcétera habían formado parte de aquella zona de juego durante mucho tiempo. Pero tenían los días contados. Rastrillos, cubos y hasta una bañera, que la llenamos en varias ocasiones, fueron necesarios para dejar el patio limpio.

No bastaba con limpiar, la idea era no ensuciar, o al menos no utilizar el patio como basurero municipal. Nos costó un poco implicar a los niños en la tarea, pero al final, casi todos pusieron un granito de arena. Incluso lo más pequeños.


Y por supuesto, agosto quedó marcado por el trote de cumpleaños que celebramos. Empezamos con Bo y María, y terminamos con Ester y Valle (ver artículo, «Feliz, Cumpleaños Feliz«). Ahora todos, un añito más viejos… ¡Ups!, mayores. Felicidades a los cuatro y a seguir sumando años con tanta alegría.

El año pasado en Nigeria fue San Agosto, y este año en España es San Agustín, patrón de Linares. ¡Empieza la feria! ¿Quién se une a la fiesta? Del 27 de agosto al 1 de septiembre. Dicho queda.

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Pues sí, me he empeñado en que el calorcito del verano no os amodorre. Y seguro que con estos vídeos, pasáis unas tardes agradables. Podéis verlos tantas veces como queráis, comentarlos, mandar sugerencias, criticarlos, reír, llorar… En fin, cualquier cosa que se os ocurra.

Cuando estaba en Nigeria era, teórica y prácticamente, imposible subir vídeos a Youtube con una calidad decente. Así que ahora os iré nutriendo con nuestras aventurillas en versión vídeo y amenizado con música, que siempre da más ganitas de verlo.


Iré publicando los vídeos a medida que los vaya produciendo, aunque ya tengo algunos preparados. Y los más observadores ya habrán visto la nueva herramienta que he colocado en el margen derecho del blog, justo debajo del contador de visitas. Sí, es para que podáis acceder a los vídeos fácilmente, en cualquier momento y sin tener que buscar el artículo donde salía publicado.

Las nuevas tecnologías ofrecen una cantidad de posibilidades casi infinita. Habrá que aprovecharlas ¿no?

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Hoy se cumplen dos meses desde que volvimos a España. Dejábamos Nigeria con lágrimas en los ojos para volver a casa. Un año cargado de emociones, de miles de anécdotas, de lazos sentimentales curtidos en acero, de subidas y bajadas de autoestima, de abrazos y besos sin caducidad, de miradas de complicidad con esos niños que tanto nos han robado. Dejábamos mucho atrás, pero aún así decidimos subirnos en ese avión que serpenteando en el cielo dibujó un “Adiós Nigeria”. Y todo lo que ello suponía.


Creí haber perdido una tarjeta de memoria donde almacenaba las fotos de nuestro último día en Calabar, pero la he encontrado. Emocionada y excitada por el hallazgo, apenas atinaba a meter la tarjeta en el ordenador para examinar su contenido. Sentimientos contrapuestos. Mi boca sonríe, mis ojos dejan resbalar algunas lagrimillas. Una sublime mezcla de emociones que me hace constatar que todo es aún demasiado reciente. A veces, resulta muy complicado seguir mirando hacia delante cuando dejas tantas cosas atrás. Quería compartir este vídeo con vosotros.

Vídeo Voluntarios en Calabar. Despedida en Nigeria (haz clic sobre el enlace).


Aquí empezaba nuestro camino de vuelta. Dejábamos mucho por hacer sabiendo que nuestro proyecto personal quedaba cojo. Nadie continuaría la labor en el orfanato. La única esperanza ahora es esa pequeña brecha de luz que están abriendo María y Ester con la asociación, que por cierto, he de deciros que finalmente se llamará Mme ma fi Calabar, que traducido al español es “Te quiero Calabar”. Las chicas andan super liadas con la asociación que ya está dando sus frutos. Si no os queréis perder nada, entrad en su perfil de facebook (haz clic aquí y hazte amigo de Mme ma fi Calabar).


El lunes 30 de mayo a las 7 de la mañana empezaba el viaje de vuelta, pero hasta el miércoles 1 de junio, no pisaríamos suelo español. Un largo trayecto que nos dejó el sabor amargo de las despedidas. Poco a poco, fueron pasando las horas en el autobús, el aeropuerto y el hotel. Fuimos desgranando, con leves sonrisas en nuestras caras, los entresijos de tantos buenos, y algunos malos, momentos que pasamos juntos. Con un “¿te acuerdas cuando…?”, los fuimos recordando entre risas y carcajadas. ¿Te acuerdas cuando nos tirábamos pedorretas con el brazo y John no paraba de hacer wo wo? ¿Y cuándo María mandó ese mensaje spaninglis diciendo “What milk do you say?” (Niño, ¿qué leches dices?) ¿Y lo bien que nos lo pasábamos en los talleres de tacto, teatro, yoga y fitness?

¿Y cuando Ron espachurró la pelota del niño del orfanato que no le dejaba tranquilo? ¿Y las miles de historias animadas que Neli nos contó sobre la Línea? ¿Y el porrascazo con bolsa de pepinos en mano que se pegó Patri y que no nos dejó contarlo hasta pasados dos meses? ¿Y ese «I´m a breakfast» de Mache que tanto nos hizo reír? Y anda que ver a Kanu vestido de Ana Obregón, a Jose de Mónica Naranjo y a Michael de Pamela Anderson en la fiesta de los 80. Eso no tuvo precio. Pero claro, demasiado fácil hubiera sido todo si las anécdotas sólo hubieran sido buenas. Pérdidas de familiares y amigos cercanos, injusticias insalvables, enfermedades y graves problemas con el visado fueron la cara amarga de toda esta experiencia.


Ahora, cada uno busca su nuevo sendero. Unos se animan a seguir estudiando. Otros disfrutarán de una beca al otro lado del charco. Algunos se embarcan en un nuevo viaje con metas que alcanzar. A otros tantos no les queda otra que trabajar. Otros, esperanzados, aguardan una gran oportunidad. Incluso están los que se hacen empresarios. Pero todos, todos nosotros, cojamos el camino que cojamos, jamás se nos olvidará, nuestro año de voluntariado en Nigeria.


Y aunque sabemos que es complicado, debemos seguir luchando y no hacer la vista gorda con las enormes injusticias que asolan el mundo. Puede que a los gobiernos no les interese hablar sobre ello. Pero nosotros, unidos, haremos más presión. Debemos ser portadores de palabra, inconformistas y críticos. No te conformes con ver las noticias por tu canal de televisión habitual o tu periódico, busca vías alternativas. Sé que no podemos juzgar los actos de aquellos que no han vivido lo que nosotros hemos vivido, pero sí que podemos transmitirles lo que sentimos cuando lo vivimos. Juntos, podemos luchar contra la despreocupación de los gobiernos y las grandes empresas que manipulan la información para no mover mareas.

10 millones de personas (consultar noticia) están a punto de morir de hambre en el cuerno de África en lo que, según califica la OCHA (Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios), es la peor crisis de seguridad humanitaria registrada hoy en el mundo.  Mientras tanto, en el primer mundo, se tira a la basura un tercio de la comida que se produce (consulta esta noticia, Un tercio de los alimentos acaba en la basura).

Os dejo con la reflexión.

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Nuestras jerezanas más guerreras siguen al pie del cañón. Un montón de ideas esperan impacientes en sus cabezas, necesitan ver la luz. Ester y María volvieron cargadas de ilusión y una enorme sonrisa dibujada en sus rostros. Han vuelto con las pilas cargadas y no quieren dejarse nada en el tintero. ¿Quieres saber qué se traen entre manos?

Lo último de estas Zipi-Zape jerezanas ha sido colarse en un reportaje del Diario de Jerez. En él explican su experiencia en Nigeria, lo bueno y lo malo. Anécdotas, opiniones y aprendizaje. Pero la sorpresa viene después. Estas dos intrépidas aventureras de corazón inmensurable han creado la Asociación Social Memefi Calabar. ¿Para qué? Pues para que todo lo que se ha conseguido en este año en Calabar, no caiga en saco roto. Quieren seguir ayudando a los niños y su nexo de unión será Williams, esa gran persona de la que os he hablado en varias ocasiones. Un padre con apenas treinta años de edad y con más de 100 hijos, todos los niños del orfanato, que lo adoran y lo quieren con locura.

¿Por qué Memefi? Memefi viene de Mme ma fi, que significa «te quiero» en efik, el dialecto de Calabar. «Mme ma fi» es como se escribe y «Memefi» como se pronuncia. Así que para simplificar y facilitar el aprendizaje, se quedaron con la fonética. Ahora mismo, la asociación está tomando forma, pero ya tienen puesta a la venta carteritas hechas a mano con papel de cómic. El precio, 10 euros. Objetivo, recaudar fondos.

Estando en Calabar, Neli fue la encargada de enseñarnos a María y a mí cómo hacer las carteritas. Una vez adquirido el aprendizaje, montamos un taller en el orfanato y ¡menudo triunfo! Conseguimos que los niños estuvieran sentados y atentos durante un largo periodo de tiempo. ¿Cómo salió la cosa? Compruébalo por ti mismo, mira esta foto. Las carteritas son sólo el punto de partida. Seguro que ya se nos irán ocurriendo miles de historias que os iré contanto a medida que vayan surgiendo.

Y como sé que os habéis quedado con las ganas de saber más, aquí os dejo el enlace para que podáis leer el texto completo del reportaje, con fotos incluidas.

Página 1 del reportaje Voluntariado jerezano en Nigeria (haz clic en la imagen para abrirla y otro clic para ampliar).

Página 2 del reportaje Voluntariado jerezano en Nigeria (haz clic en la imagen para abrirla y otro clic para ampliar).

Seguiré informando sobre los avances de Memefi Calabar. Yo, mientras tanto, iré viendo en qué puedo echarles una mano. Todo lo que se os ocurra, será bienvenido. 100 cabecitas pensantes pueden provocar un tsunami de ideas bastante curioso. Así que, ¡mentes a la obra! Y, ¡comentario al canto!

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Pues en un mes pueden pasar muchas o pocas cosas, según el punto de referencia. En mi caso, han pasado muchas, muchísimas cosas. De hecho, son tantas que no encuentro el momento perfecto de ponerme a describirlas. Y es que cuando se suceden tantos momentos especiales en tu vida, instantes con una carga sentimental atroz, necesitas tiempo para contarlo minuciosamente. Sin olvidar los pequeños-grandes detalles. Eligiendo las palabras adecuadas. Transmitiendo cada minuto vivido como si fuera una contrarreloj.

Pues bien, como aún no he encontrado ese momento tan especial…os seguiré teniendo en vilo. Aunque espero que la espera, valga la redundancia, no os desespere.

¿Quién nos hizo derramar estas lágrimas de emoción?


¿Quién nos preparó esta increíble fiesta sorpresa?


A la vuelta, os lo contaré. Y es que estar todo un año fuera, es muy duro. Vuelves y no paras un minuto en casa. Siempre de aquí para allá. Seguiré buscando ese momento especial. ¡No desesperéis! Noto que está cerca.

Un beso fuerte a todos. Disfrutad del verano, pero cuidado con el sol que viene pegando muy fuerte.

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Viajando

Imágenes y sensaciones