Escuchamos muchas cosas a lo largo del día. Millones de palabras que pasan, vienen, van, entran, salen,… Solo algunas se quedan. Nos traumatizan, nos asustan, nos entusiasman, nos duelen, nos esperanzan… Para bien o para mal, nos marcan. Y como selladas en nuestra memoria a fuego, ahí se quedan. Un día me dijeron algo que me atormentó, y… ahora que lo pienso, puede que esa sea la explicación a mi sonambulismo hiperactivo. Me dijeron: “La vida no es de color de rosa. Llegado un momento, se convierte en un fotograma en blanco y negro.” Y eso me inquietó. ¿Un solo fotograma? ¿En blanco y negro? Desde entonces me esfuerzo porque en vez de un fotograma sean miles de aristas las que desdibujen en el horizonte el curso de mi vida. Y de colores, muchos colores. Y no es que el blanco y negro no me guste, pero eso lo reservo solo para algunos momentos. Mi razón de existir, hacer sonreír. ¿Qué hay más agradecido que una sonrisa que venga de vuelta? Poco. Amplío la lista con un abrazo.
Y tú, ¿de qué color ves la vida? Tu vida es tuya. Lo que hagas con ella, es cosa tuya. Cambiar el curso de los acontecimientos está en tus manos. Puedes ser un mero espectador y estar toda la vida machacándote con el “ía” más condicional perfecto, o sea, “debería haber”; o puedes esforzarte por ser el protagonista de la historia. De tu historia. ¡Ahí dejo esta pequeña reflexión de lunes!
Y para cerrar, esta canción de la artista francesa Zaz que pone el broche final a mis delirios luneros con su frase «Vas-tu l´aimer la vie ou la regarder juste passer?». Y como los lunes son para empezar con optimismo, se la dedico a mi amiga Olga por teñir de color mis tardes en casa al amparo de la voz de esta gran artista y su nuevo cd «On ira». ¡Gracias! Por cierto, ¿para cuándo concierto de Zaz en España?
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