Si este verano te quieres salir del turismo convencional, las estancias solidarias o campos de voluntariado pueden ser una buena opción. La estampa de Paco Martínez Soria abandonando el pueblo para conocer la ciudad queda ya lejos de las experiencias que seguramente hemos vivido en los últimos años. Quizás nuestros padres estén ahora viviendo aquellos maravillosos años donde las vacaciones van más allá de la escapada al pueblo o a la sierra. Planes nada despreciables, por supuesto. Sin embargo, si estás leyendo esto, puede que te surja la curiosidad y el compromiso de empezar a disfrutar de tus días de relax de otra manera. Estampidas turísticas buscando sol y playa, cultura arquitectónica o al menos, un cambio de aires son la tónica del verano, pero existen otras alternativas que también pueden llenar de color tus días de descanso y se salen de lo convencional. Os recomiendo leer el artículo que publiqué «Turismo solidario, hora de viajar con cabeza y corazón«.
Llevamos algún tiempo escuchando «campo de voluntariado», «estancia solidaria» o «turismo solidario». Pero, ¿en qué consisten? Hay bastantes asociaciones y ONGs que los organizan, no solo en verano. También en Semana Santa, Navidad, puentes o incluso durante todo el año. Yo ya he estado en varias ocasiones y con diferentes asociaciones y la verdad, es toda una experiencia. En mi opinión, es fundamental que vayas concienciado del tipo de viaje o estancia en la que has decidido embarcarte para evitar decepciones. Aquí os dejo 10 consejos o razones, según si estás o no convencido de hacerlo, que pueden resultar interesantes.
- ¡Curiosea! Conoce la asociación u ONG con la que has decidido viajar. ¿Quiénes son? ¿Dónde trabajan? ¿Qué tipo de proyectos tienen (salud, educación, empoderamiento, soberanía alimentaria, etc)? ¿A qué población se dirigen? Si están en tu línea de principios y te resulta interesante el trabajo que realizan, anímate.
- ¡Consulta! Hay diferentes tipos de estancias solidarias. Algunas están más centrada en conocer los proyectos de la ONG, otros apuestan más por el turismo local, algunas combinan visitas con voluntariado, etc. Si tienes dudas sobre el tipo de viaje o las actividades que se van a realizar, no dudes en consultarlo con la persona de contacto de la organización, te aseguro que siempre están dispuestos a ayudarte a resolver tus dudas. Este proceso no es unidireccional, sino bidireccional. A ti te tiene que gustar el viaje, y la organización se tiene que asegurar de que lo que tú estás buscando, es lo que ellos pueden ofrecerte. En algunas tendrás que rellenar una hoja de inscripción con tus motivaciones sobre el viaje, otras te harán una especie de entrevista personal o incluso hay ONGs que tienen como requisito imprescindible que asistas a unas jornadas que ellos mismos organizan para ir más preparado.
- ¡Piensa! Si cuando te invitan unos amigos a casa a cenar, te gusta llevar una botella de vino, un postre o algún detallito, haz lo mismo en estos caso. Olvídate de las cosas ostentosas y apuesta por lo práctico. Si te fueses a una isla desierta, por poner un ejemplo, durante dos meses, ¿te llevarías un móvil o una libreta y un boli? ¿una batidora o un cuchillo? ¿una lata de atún o una caña de pescar? Con estos ejemplos, quiero llamar la atención sobre la importancia de la contextualización. Es decir, ¿dónde vamos? ¿qué se puede necesitar?. No debe ser un regalito o detalle que a nosotros nos gustaría que nos regalasen, sino más bien, algo que realmente crees que puede hacer la vida más fácil a la persona que se lo llevas. Ciertamente, por vivir en una sociedad donde prácticamente tenemos acceso a todo, olvidamos y nos cuesta darnos cuenta de que a veces, son las cosas más sencillas las que más se necesitan. Bolis, libretas, mantas, un libro, mecheros, unas chanclas, toallas, una linterna solar,… Puede que un momento de autoreflexión y de ponernos en su lugar, podría ayudar.
- ¡Conoce! Seguramente, al sitio donde vas a viajar, no salga en ninguna guía de viajes, pero eso no quiere decir que no exista información al respecto. Bucea en internet buscando información, ahonda en la historia de la región y del país, busca vídeos o documentales, conoce su cultura, infórmate de las últimas noticias, etc.
- ¡Respeta! Recuerda que lo interesante de viajar es encontrarte con diferencias culturales que hacen que el mundo sea verdaderamente rico. Apertura de mente y empatía son fundamentales en tu equipaje de mano.
- ¡Interactúa! En este tipo de viajes, la riqueza está en la gente. Habla, mézclate, sumérgete en su quehacer diario, pregunta… Vamos, lo que viene siendo interactuar en estado puro. Es cierto que si no dominas idiomas, o el idioma del país donde vas, es más complicado. Quizás sea momento de ponerte las pilas con los idiomas. Pero si te pilla a destiempo, piensa en lo siguiente: hay un lenguaje universal que olvidamos practicar y que todos entendemos. Una sonrisa o una mirada llega a todo el mundo.
- ¡Recuerda! Hacer voluntariado no es viajar gratis. A veces, la gente se sorprende cuando le dices que has estado en un campo de voluntariado y has . Ser voluntario también es un estilo de vida, una filosofía. Eso sí, teniendo siempre presente que una persona voluntaria no «le quita el trabajo» a un profesional. Debemos pensar que muchas asociaciones y ONGs no podrían existir o hacer el enorme trabajo que están haciendo sin la figura del voluntariado. Más aún en los tiempos que corren en que el presupuesto de cooperación ha quedado totatmente fileteado, acribillado, machacado… por no decir, reducido al mínimo «exigible» (leer artículo, «España recorta la cooperación más que Grecia, Italia y cualquier otro país europeo»). Alivia, pero no cura pensar que al menos, el pueblo español es tremendamente solidario y altruista con una fuerte comunidad de personas que destinan parte de su tiempo libre a la actividad de voluntariado.
- ¡Participa! El viaje no termina con tu vuelta a España. Estos tipos de viajes van mucho más allá. Un largo e interesante camino por recorrer. Infórmate de si la asociación u ONGs organiza actividades, jornadas de sensibilización, ciclos de cine, talleres, etc.
- ¡Agradece! Si has convivido con una familia, puedes quedarte con su dirección y a la vuelta mandarle una postal agradeciéndoles su acogida. Seguro que se te ocurre algún buen detalle.
- ¡Déjate llevar! El último consejo, pero el mejor de todos.
¡Buen viaje… de corazón!
Si eres una asociación o ONG que organiza este tipo de viajes o estancias solidarias, o campos de voluntariado, escríbeme. Tengo pensado sacar un post con organizaciones que lo hacen. ¡Gracias!
Hola Isabel,
Soy javier y estoy dando la vuelta al mundo en bicicleta.Ahora estoy en Benin pero en los próximos días espero cruzar a Nigeria.Me gustaría hacerte unas preguntas si no es mucho problema. Tienes email? un saludo y gracias!
Buenos días Javier,
Sí claro, escríbeme al correo del blog: rumboanigeria@outlook.es
Haz todas las preguntas que quieras y dime si quieres recorrido, tengo amigos en Nigeria que podrían ayudarte 😉
Un abrazo a 2 ruedas! 😉
Buenas noches Isabel. He estado ojeando tu blog y me encanta! Estoy preparando mi TFG acerca del Turismo solidario. Me sería de mucha ayuda y enriquecería mucho mi trabajo si pudieras contestar una breve entrevista acerca de tu experiencia de voluntariado. Muchas gracias!
Buenas tardes Gina,
Gracias por tu comentario.
Claro, no hay problema 😉
Pásamelo al correo si quieres, el que aparece en la parte derecha del blog.
Buen finde!